La Ley de Segunda Oportunidad libera a un matrimonio de Pájara, en Fuerteventura, de 142.000 euros de deudas. Los expertos del despacho especializado en la Ley de Segunda Oportunidad Canarias Sin Deuda han gestionado el procedimiento para la cancelación de la totalidad de la deuda.
J.L. y M.E. recurrieron a este mecanismo legal cuando ya habían agotado todas las opciones y la suma de deuda era insostenible. “Nuestra situación financiera se volvió compleja. Llegó un momento en el que la espiral de endeudamiento parecía insuperable, pero el respaldo legal y el compromiso del equipo de Canarias Sin Deuda fue crucial”. explica J.L.
La carga financiera a la que debían hacer frente se originó a raíz de los estudios universitarios de sus dos hijos, quienes se trasladaron a la isla de Gran Canaria para cursar las carreras de Fisioterapia y Medicina. En un intento por respaldar económicamente a sus hijos y hacer frente a los gastos básicos, J.L. dejó su empleo como trabajador por cuenta ajena para montar un negocio de restauración.
Un intento de negocio fallido
Para la puesta en marcha del restaurante solicitó varios créditos destinados a la adquisición de maquinaria, equipamiento y la remodelación del local. Tras varios problemas y la paralización de la obra tuvo que alquilar un nuevo local ya reformado, recurriendo nuevamente a la financiación externa La necesidad de financiación adicional para cubrir deudas a corto plazo se convirtió en una constante, especialmente con la esperanza de recuperarse con la reactivación de la actividad turística en la zona.
En esta delicada situación económica, M.E entró en un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE), reduciendo aún más los ingresos familiares. Al no poder hacer frente a los gastos del restaurante, y pese a haber intentado por todos los medios sacarlo adelante, J.L. tuvo que cerrar el negocio. Esto solo aumentó sus problemas económicos, llegando a tener 142.000 euros de deudas.
Según el abogado y responsable de la oficina de Canarias Sin Deuda en Las Palmas, Samuel Díaz: “En este caso nuestros clientes habían tratado por todos los medios de salir adelante económicamente, al tiempo que hacían frente al pago de los estudios de sus hijos, en otra isla, y los derivados de las complicaciones ligadas al emprendimiento. Cumplían todos los requisitos para acogerse a la Ley de Segunda Oportunidad y finalmente han podido ver recompensado su esfuerzo con la oportunidad de un nuevo comienzo sin deudas”..