Hay casos en los que la situación de deuda es la consecuencia de haber querido ayudar a su familia. Cuando ya los ahorros son escasos y de repente llega un cambio inesperado, existe el riesgo de ser arrastrado por las deudas. Así le ocurrió a J.C.M. a quien ahora la Justicia cancela una deuda de 42.000 euros gracias a la Ley de Segunda Oportunidad.
En esta entrada del blog te mostramos su caso. Por si a ti o a alguien de tu entorno les puede ayudar a entender cómo funciona y cómo puede ayudar este mecanismo legal.
Para ayudar a su padre a hacer frente a una situación de endeudamiento, nuestro cliente, vecino de Santa Lucía, comenzó a pedir préstamos y créditos rápidos. Sin embargo en ese tiempo, también su estabilidad económica se tambaleaba y J.C.M., que trabajaba en el sector hotelero, tenía que hacer frente a un crédito que había pedido para financiar su coche. Finalmente tuvo que venderlo para poder pagar las facturas. Su espiral de deuda había comenzado.
“Cuando recurrí a la Ley de Segunda Oportunidad, en un principio me parecía inalcanzable y pensaba que no saldría adelante. Es duro -explica J.C.M.- pero cuando te llega el documento lo ves todo diferente. Te levantas con otros ánimos y otra forma de ver la vida. Se lo recomiendo a todas las personas en mi situación, que se aventuren en este proceso, porque vale la pena”.
Samuel Diaz, abogado experto y responsable de la oficina de Canarias Sin Deuda en Las Palmas de Gran Canaria explica que “la situación de J.C.M. es más común de lo que creemos. Un cliente que intenta ayudar a su familia a sobrellevar una situación de endeudamiento y que acaba viviendo esa misma situación”.
¿Qué se entiende por actuar de buena fe? Todas las personas que recurren a la ley lo hacen como última alternativa, ya que por lógica nadie va a contraer gran cantidad de deudas para no pagarlas. Previo a esto siempre ha habido un proceso de intentar pagar las deudas como sea. Esto es algo que tenemos que demostrar durante la tramitación.
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