Cuando atravesamos una situación de endeudamiento, es normal sentir ansiedad y querer encontrar soluciones rápidas. Sin embargo, en ese camino se pueden tomar decisiones que, en lugar de mejorar las cosas, las complican aún más. Saber identificar estos errores es clave para no caer en ellos y poder avanzar hacia una salida.
En Canarias Sin Deuda te explicamos los cinco fallos más comunes que agravan las deudas y cómo puedes evitarlos.
1. Pedir nuevos créditos para pagar los antiguos
A primera vista puede parecer una solución lógica: pedir un préstamo para cubrir otro. Sin embargo, lo que ocurre en la práctica es que se incrementa la deuda total y se encadena un ciclo de intereses cada vez más difícil de romper.
La alternativa pasa por analizar tu situación financiera de forma más amplia y buscar fórmulas que reorganicen lo que ya debes, en lugar de añadir nuevas cargas.
2. Ignorar llamadas y notificaciones
Dejar de atender a bancos, financieras o acreedores no hace que la deuda desaparezca. Al contrario, las entidades suelen aplicar recargos, iniciar procedimientos judiciales o bloquear cuentas. Este comportamiento solo alarga y agrava el problema.
La mejor estrategia es enfrentarlo con información y, si es necesario, con asesoramiento especializado.
3. Limitarse a pagar solo el mínimo de las tarjetas
El pago mínimo puede parecer un alivio temporal, pero se convierte en una trampa a largo plazo. Al abonar únicamente esa cantidad, la deuda se mantiene durante años y los intereses crecen de forma exponencial.
Si quieres avanzar, es recomendable destinar siempre algo más de lo mínimo o estudiar fórmulas de refinanciación más adecuadas.
4. Acudir a prestamistas rápidos
Los créditos inmediatos o de particulares suelen prometer soluciones sencillas, pero suelen llevar asociados intereses muy elevados y condiciones abusivas. Lo que en un primer momento parece un respiro termina transformándose en una deuda mucho más grande.
Antes de recurrir a esta vía, conviene explorar mecanismos legales y transparentes que realmente están pensados para proteger al consumidor.
5. Retrasar la búsqueda de ayuda
Pensar que “ya se solucionará solo” o que aún puedes aguantar suele llevar a un punto en el que el problema se hace mucho más complejo. Cuanto más tiempo se tarda en actuar, más difícil resulta revertir la situación.
Solicitar ayuda a tiempo no es una señal de fracaso, sino un paso necesario para recuperar la estabilidad económica.
Enfrentar una deuda no es fácil, pero es fundamental hacerlo con información y con el apoyo adecuado. Evitar estos errores puede marcar la diferencia entre agravar el problema o empezar a construir una solución real.
En Canarias Sin Deuda trabajamos cada día para que personas en esta situación puedan encontrar una salida a través de herramientas como la Ley de Segunda Oportunidad, que ofrece una alternativa legal y segura para volver a empezar sin deudas.