Dentro del sector de las microempresas, las micropymes han descendido notablemente (volumen de ingresos, valor del patrimonio y número de trabajadores), tanto en el número de empresas (-1,35%) como en términos de empleo (1,73%). Esto significa que hay un declive en este tipo de negocio. La Ley de Segunda Oportunidad nace como una alternativa para aquellas personas autónomas que se encuentren ante la pregunta de ‘¿cómo puedo salvar mi negocio?’
Esta permite a una persona cancelar totalmente sus deudas al pasar por una situación de imposibilidad económica. De esta forma, ofrece una “segunda oportunidad”. En el caso de ser autónomo y tener en funcionamiento una microempresa, se puede solicitar un plan de pagos que permite continuar con la actividad. De esta forma conseguimos:
1-Suspender las ejecuciones. Consiste en la suspensión de forma provisional de los procedimientos de ejecución que dan lugar a embargo de cuentas y nóminas, por lo que el tiempo que se encuentre en el procedimiento, tendrá ese alivio, y una vez termine el proceso, dichas ejecuciones se suspenderán, ya que las deudas estarán canceladas. Existen algunas excepciones a este hecho, como son los créditos públicos privilegiados, los pagos a la Seguridad Social relacionados con nóminas y Hacienda.
2-Solicitar una mediación. Es una herramienta de alerta temprana que sirve de base para el futuro procedimiento concursal, más en concreto, es un instrumento pre-concursal, que que se usa para negociar entre ambas partes y la decisión es tomada por ellos, no por el juez, ya que el espíritu de este procedimiento es el de intervención mínima de terceros.
3-Denegación negociaciones y comienzo de procedimiento. En este punto es donde vamos a intentar proponer el plan de pagos, porque no se ha conseguido fuera del concurso, de esta forma, los acreedores están obligados a participar con la consecuencia de que, en caso contrario, perderían una serie de derechos. En caso de que el negocio se no viable o a futuro se prevea que no saldría adelante, el procedimiento pasará a liquidación. La economía del solicitante estará totalmente saneada y lista para volver a comenzar.
Requisitos básicos para comenzar a salvar mi empresa
Existen unos requisitos básicos que debes cumplir para acogerte a este procedimiento:
- Haber contratado menos de 10 trabajadores en el año anterior a la presentación de la solicitud.
- La cifra total de deudas debe ser como máximo de 350.000 euros.
- La facturación del ejercicio anterior debe ser inferior a 700.000 euros.
El plazo para solicitar la Ley de segunda oportunidad es de dos meses desde que se declara el estado de insolvencia actual.
En Canarias Sin Deuda buscamos dar visibilidad a la Ley de Segunda Oportunidad para que los autónomos que lo necesiten sean conocedores de ella. Somos especialistas en el sector y nuestro principal objetivo es ayudarte a entender qué es lo que ha salido mal y el motivo del acumulo de las deudas. El proceso de aprendizaje es vital para, en un futuro, corregir los errores y prosperar económicamente.