La Justicia permite que un vecino de Telde, inmerso en una espiral de deudas que ascendían a más de 180.000 euros, pueda empezar de nuevo gracias a la Ley de Segunda Oportunidad. El cierre de su negocio, a causa de la pandemia, y la pérdida drástica de ingresos, al tener que recurrir como único medio de vida al subsidio por desempleo para mayores de 52 años, le llevaron a recurrir a este mecanismo legal, con la ayuda del despacho especializado, Canarias Sin Deuda.
El número de personas que se han acogido a la Ley de Segunda Oportunidad en los últimos años ha aumentado notablemente, a causa de la crisis derivada de la pandemia, según los expertos del bufete especializado.
La situación económica de este vecino de Telde le obligó a renunciar a su negocio y a mudarse de Lanzarote, donde residía, a Gran Canaria, para convivir con su familia, ya que al perder su fuente de ingresos no podía permitirse el pago de un alquiler.
“Mi situación laboral y personal era muy compleja y no podía hacer frente ni a los gastos de mi casa ni a los de la empresa. Solicité a las entidades bancarias con las que estaba que me redujeran la cuantía de deuda y aumentaran el plazo para seguir afrontándolo, pero me lo denegaron y no pude más. Conocí la Ley de Segunda Oportunidad gracias a un amigo, y Canarias Sin Deuda me transmitió un nivel de seriedad y profesionalidad con una cosa tan delicada como es mi deuda de 108.000 euros”, explica.
Una segunda oportunidad
“En todo momento me he sentido acompañado, animado y me han atendido siempre. Traté de ayudarlos consiguiendo toda la documentación en el menor tiempo posible y con su asesoramiento por fin se ha cumplido este ansiado momento”, añade.
El abogado experto de Canarias Sin Deuda y responsable de la oficina de Las Palmas de Gran Canaria, Samuel Díaz, explica que “muchos de los casos que llegan a nuestras oficinas vienen marcados por las dificultades que encuentran personas de determinada edad para encontrar un nuevo trabajo. En este caso estaba demostrada la buena fe de nuestro cliente y su esfuerzo tras el cierre de su negocio por encontrar una nueva oportunidad sin éxito. Afortunadamente la Ley de Segunda Oportunidad le permite ahora empezar de nuevo libre de su deuda de 108.000 euros y del acoso de sus acreedores”.