La pandemia ha tenido un impacto devastador en la economía de muchas familias. Para una pareja de Telde, la crisis sanitaria significó el colapso de su única fuente de ingresos y la acumulación de más de 200.000 euros en deudas. Ante la imposibilidad de pagar sus créditos y después de intentar sin éxito llegar a acuerdos con sus acreedores, decidieron acogerse a la Ley de Segunda Oportunidad.

Esta pareja grancanaria, cuyos ingresos dependían exclusivamente del trabajo de uno de ellos como taxista, vio cómo su actividad disminuía considerablemente durante la pandemia. Sin poder hacer frente a sus obligaciones financieras, terminaron en una situación desesperada.

Samuel Díaz, jefe territorial de Canarias Sin Deuda, explica que durante el procedimiento, se ha podido demostrar que los afectados obraron de buena fe y que hicieron todo lo que estaba en sus manos para tratar de recuperar la estabilidad económica y cumplir con sus acreedores. Asimismo, añade que incluso intentaron pedir la reestructuración de su deuda sin éxito y encontraron su única salida en este mecanismo legal.

La resolución del caso no sólo permitió la cancelación de más de 200.000 euros en deudas, sino que también logró mantener los dos coches de la pareja, sus dos casas y la parada de taxi. “Estamos muy satisfechos con el resultado y la nueva oportunidad que se abre”, añade Díaz.

Este mecanismo legal, vigente desde 2015, permite a particulares y autónomos en situación de insolvencia optar a una segunda oportunidad logrando la cancelación de sus deudas. Samuel Díaz destaca la importancia de la total colaboración de la pareja en la entrega de documentación, un factor crucial para el éxito del procedimiento mediante la Ley de Segunda Oportunidad.

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