Existen numerosos métodos por los que podemos realizar los pagos habituales, ya sea por la manera convencional o de forma electrónica u online. Las nuevas tecnologías han traído muchos beneficios, pero también algunos inconvenientes que pueden ocasionarnos problemas de solvencia económica.

Dinero en efectivo

Es el medio de pago más aceptado en el mundo y el que se emplea en pequeños comercios o situaciones excepcionales como mercados o pequeños puestos. En estos casos solo puedes invertir el importe que tengas encima. ‍

Tarjetas de débito y crédito

Son el medio de pago más popular para pagar en línea o en tiendas físicas. Son emitidas por entidades bancarias, y las redes globales más conocidas son Visa y Mastercard. Existen dos tipos de tarjeta: la de débito solo nos permite gastar el dinero que tengamos ingresado en nuestra cuenta; en cambio, la de crédito permite realizar compras con un límite preaprobado de crédito por parte del banco emisor, lo que puede conllevar gastar más dinero del que podemos pagar después.

Tarjetas prepago

Esta es una tarjeta bancaria alternativa, que permite pagar las transacciones como se haría con una tarjeta de débito normal, pero con la diferencia de que se debe adelantar el importe antes de poder utilizarla. En caso de querer continuar usándola se tendrá que ir recargando su importe. 

Cheques

Son una orden de pago escrita, donde participan 3 partes: el titular de una cuenta corriente, quien confirma el importe y firma con sus datos personales, la entidad financiera encargada de generar el pago, y el beneficiario, quien recibe el dinero indicado. Es una de las opciones de pago menos utilizadas en la actualidad y conlleva tener en la cuenta bancaria el importe de saldo que lleve escrito el cheque.

Transferencias bancarias

Consisten en el traspaso de dinero de manera electrónica de la cuenta de una persona a otra. Según la entidad financiera, puedes hacer una transferencia desde un cajero electrónico, a través de la app o sitio web del banco, telefónicamente o físicamente desde una sucursal bancaria, conllevan, como el cheque, tener el importe en la cuenta cuando se va a realizar la transferencia.

Domiciliaciones de pago

En este caso autorizamos al banco a realizar el pago de servicios (luz, agua, teléfono, gas, facturas) o suscripciones (gimnasio, revistas) por tiempo indefinido, hasta que decidamos detener la automatización. En caso de no poder obtener el dinero de la cuenta asociada, muchas entidades cortan los suministros que se hayan pagado con ellas, por lo que es necesario contar con el dinero. 

Contra reembolso

Este tipo de pagos se hacen a la hora de recibir el bien, servicio o producto solicitado, y no al solicitarlo. No es necesario tener el dinero en el momento en que se pide el producto, pero sí cuando lo vas a recibir, por lo que permite realizar compras con antelación, pero sigue siendo necesario tener el importe. 

En la actualidad, aparte del dinero en efectivo y la tarjeta de crédito, existen algunos métodos de pago virtuales, que comienzan a ser más utilizados que los anteriores por la comodidad que conlleva. Este tipo de métodos de pago también tienen sus inconvenientes, que veremos a continuación.

Monedas virtuales

La moneda virtual o criptomoneda es un término que engloba todas las formas de dinero electrónico existentes, entre ellas Bitcoins y Altcoins. Actualmente están desapareciendo por su elevado nivel de contaminación al planeta y su coste, debido a que su mantenimiento es muy alto y su fluctuación en el mercado muy errática, por lo que en cualquier momento las personas que invierten en ellas pueden perder toda su inversión.

Monederos virtuales

Conocidos también como wallets, los monederos virtuales son aplicaciones que permiten al usuario guardar monedas virtuales y dinero tradicional 100% en línea.

Algunas de las más conocidas son: Paypal, Apple Pay y Google Pay y requieren de tener el dinero en una cuenta bancaria para poder introducir posteriormente el dinero en los monederos.

Tarjetas virtuales

Estas funcionan para realizar compras y pagos por internet o en establecimientos, sin la necesidad de tener la tarjeta en físico. Pueden ser tanto tarjetas de crédito como tarjetas de débito. 

Bizum

Este método, que ha cobrado mucha importancia en los últimos años, es muy parecido, pero solo requiere de tener un número de teléfono asociado a una cuenta bancaria y es más rápido que una transferencia, puesto que se envía al instante. Además, solo se puede realizar con un teléfono móvil.

Existen numerosas facilidades a la hora de consumir y pagar. Por eso, es muy importante realizar un control de los ingresos y gastos que se perciben, así como emplear sólo los métodos de pago que funcionan únicamente si se tiene dinero en la cuenta bancaria. De esta manera se puede evitar en mayor medida un sobreendeudamiento.

 

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