El periodo de rebajas de verano lleva a muchas personas a realizar un gasto extra aprovechando los descuentos. Sin embargo, es importante que entiendas que si te encuentras en una situación económica difícil esta puede empeorar si nos dejamos llevar por las ofertas.
Se estima que cada español que acude a las rebajas se gastará una media de 350 euros. Entre las causas que pueden conducir a perder el control de la capacidad de gasto se encuentra el abuso del pago con crédito. Pagar en efectivo o con tarjeta de débito puede ayudar, en muchos casos, a llevar un mayor orden.
Según los expertos de Canarias Sin Deuda un buen mecanismo para mantener el control de la economía doméstica es la llamada regla del 50/20/30. Consiste en identificar los ingresos y repartirlos en tres partidas: 50% gastos imprescindibles, como el alquiler o la hipoteca, la comida o los suministros. 20% para ahorro a fin de tener un fondo de emergencia. Y 30% para destinar a gastos opcionales, como el consumo en rebajas.
También es prudente calcular la capacidad de gasto y analizar si de verdad puedes permitirte invertir una cantidad de dinero en objetos o ropa. Además, los expertos recomiendan no acudir en momentos en que haya mucha afluencia de personas. Esto se debe a que observar a mucha gente comprando genera la necesidad de “sumarse” a ellos.
Por supuesto, se debe priorizar el pago de los gastos cotidianos y las deudas contraídas, aunque esto suponga no poder invertir dinero en el periodo de rebajas. Aunque es un momento en que algunos objetos pueden ser más asequibles, los expertos de Canarias Sin Deuda recuerdan que mantenerse al día con las cuotas es una forma de evitar un aumento del endeudamiento.
Ante una situación de gran deuda, aconsejan recurrir a un profesional que pueda analizar el caso y ver si es factible acogerse a la Ley de Segunda Oportunidad. Este es un procedimiento legal que permite cancelar deudas a personas físicas en situación de insolvencia.