Creer en las segundas oportunidades no está al alcance de todos. Como bufete especializado en la Ley de Segunda Oportunidad, en Canarias Sin Deuda sabemos bien que no es fácil hacerlo, porque en todos los años que llevamos gestionando procedimientos hemos contrastado en muchas ocasiones la gran desconfianza que puede generar este mecanismo legal.
Afortunadamente, cada vez son más las personas que conocen de la existencia de la Ley de Segunda Oportunidad, por los casos que se van dando a conocer y porque la información es cada vez más abundante y accesible.
En nuestro objetivo de acercar la Ley de Segunda Oportunidad a los particulares y personas autónomas que, en una situación de sobreendeudamiento e insolvencia, necesitan desesperadamente una salida, en esta entrada, el abogado de Canarias Sin Deuda, Samuel Díaz, te explica algunos aspectos que quizás desconoces y que te pueden ayudar a decidirte por esta solución:
- Es una solución eficaz para hacer borrón y cuenta nueva. En una gran mayoría de los casos se da la razón al afectado, pues cuando se inicia el proceso, los especialistas hemos previamente comprobado que se cumplen todas las condiciones exigidas.
- Son varios los beneficios de la Ley de Segunda Oportunidad. Además de la cancelación (exoneración) de las deudas y de la suspensión de los pagos a los acreedores, tras la resolución del caso se produce la paralización de las llamadas de acoso y de embargos y es posible salir de los listados de morosos.
- En algunos casos permite conservar los bienes patrimoniales. Independientemente de la cancelación, es posible, en algunos casos, conservar los bienes (mantener la vivienda habitual y otros bienes patrimoniales como un vehículo, etc). Ello va a depender del valor del patrimonio y el valor de las deudas…
- Hay que partir de una situación de insolvencia. Para poder acogerse a la Ley de Segunda Oportunidad hay que demostrar que se está en una situación de insolvencia. Esto significa que se ha llegado a un punto en el que no se puede hacer frente a las deudas actuales.
- Es necesario demostrar la ‘Buena fe’. ¿Qué se entiende por ‘Buena fe’?. Pues probar que la persona que se acoge a la ley no oculta bienes. Para ello es necesario facilitar toda la información y documentación que el juez solicita y, fundamental, no haber llegado a la situación de sobreendeudamiento por conductas negligentes.
- Tener deudas con más de dos acreedores. Otro de los requisitos es acumular deudas con dos o más acreedores: un préstamo con una entidad, una tarjeta con otra. No hay número máximo de deudas.
- No tener antecedentes penales. Para acogerse a la Ley de Segunda Oportunidad es un requisito esencial no haber sido condenado por delitos económicos, contra el patrimonio o contra la Seguridad Social o Hacienda en los últimos 10 años.
- No haberse acogido a la ley en los últimos 5 años. Por último debes saber que para recurrir a la segunda oportunidad es requisito no haber utilizado este mecanismo en los últimos 5 años.
- Es posible cancelar deuda con Hacienda y la Seguridad Social dentro de un límite. Con la nueva Ley de Segunda Oportunidad es posible cancelar hasta un máximo de 10.000 euros de deuda con Hacienda y otros 10.000 euros de deuda con la Seguridad Social.
- No hay edad máxima para acogerse a la ley. Es un mecanismo al que cualquier persona mayor de edad, independientemente de su situación, puede acogerse. Las personas jubiladas, por ejemplo, también pueden acogerse.
- No es obligatorio estar trabajando. Se puede recurrir a la ley tanto si se está trabajando y se cuenta con una nómina como en otras circunstancias, ya sea ser ama de casa, estar en paro o ser pensionista, etc. El determinante no es el importe que cobras o si lo cobras por pensión o por nómina. Lo importante es si con tus ingresos actuales puedes atender o no a tus gastos familiares y personales y pagar todas las deudas.
Ahora que ya lo sabes todo sobre la Ley de Segunda Oportunidad, te animamos a que pidas tu primera cita con Canarias Sin Deuda. Averigua con nosotros si cumples los requisitos para optar a un nuevo comienzo, libre de deudas.