La Ley de Segunda Oportunidad ha conseguido devolver la tranquilidad a una pareja que sufrió las consecuencias de la crisis de estos últimos años. Desconfiados y con mucho pavor, decidieron acudir a Canarias Sin Deuda para  explicar su situación y ver si podían acogerse a la ley para empezar de cero.

Lester Miranda (51 años) y Yumilka Santana (44 años) forman un matrimonio que reside en Santa Lucía de Tirajana, en Gran Canaria, y a los que las consecuencias de la pandemia que arrastraron a una situación de insolvencia. Ahora la justicia les da una segunda oportunidad, al haberles liberado de una deuda de más de 46.000 euros.

¿Qué les llevó al sobreendeudamiento?

Cuando recurrimos a la Ley de Segunda Oportunidad partíamos de una situación de insolvencia  -explica Lester-. Yo había tenido un trabajo a media jornada en hostelería y mi mujer estaba en la misma situación, con nuestros ingresos apenas cubríamos los gastos. Entramos en una espiral en la que pedíamos un préstamo para cubrir otro préstamo. Luego, la pandemia nos paró en seco y percibíamos aún menos ingresos

¿Cómo han vivido el proceso?

Conocimos la ley mediante un largo proceso de búsqueda después de  intentar sin éxito llegar a alguna solución con los bancos. El proceso duró algo más de dos años en nuestro caso. Sabíamos que  se iba a hacer duro con los acreedores, que nos iban a avisar, que iban a estar arriba de nosotros, que nos iban a estar llamando constantemente, pasándonos cartas, correos, mensajes, llamándonos al trabajo…, y eso baja un poco la moral porque no es que hayamos querido llegar a esta situación, es que no hubo otras opciones.

¿Cómo ha sido el asesoramiento de Canarias Sin Deuda?

Desde el primer momento fueron claros. Yo ya venía preparado porque había estudiado otras vías pero cuando te atienden aquí, físicamente, te dicen el camino a seguir y, se aclara bastante. Siempre están de la mano contigo para cualquier duda que no entiendas o cualquier situación.

Han sido muy explicativos, han estado muy pendientes para que pudiéramos tener en orden todos los papeles que nos han pedido y los plazos que nos han dado. Nos han orientado, nos han informado, aunque a veces es imposible no desesperarse en el proceso.

Ahora que ya cuentan con una segunda oportunidad gracias a la Ley de Segunda Oportunidad ¿Qué mensaje le darían a una persona que se encuentra en su misma situación?

Le diría que no lo dude. Sí, da un poco de miedo, nadie quiere dejar de pagar nada. De hecho nosotros siempre hacemos todo lo posible, nunca antes nos hemos visto en esta situación. Hemos hecho lo imposible siempre por no tener deudas con nada ni con nadie.

¿Qué puede dar miedo? Sí, da miedo ¿Incertidumbre? También. Pero al final es un gran alivio. Es empezar de cero, empezar a hacer bien las cosas. Y sí, merece la pena, y de la mano de Canarias Sin Deuda, más. 

Ir arriba